"Delectando pariterque monendo" Horacio

12 mar 2022

De Sagres a Sardão

 

 Acaba de chegar ao limite Sudoeste da Europa, “onde a terra acaba e o mar começa”, a finisterra dos textos da Antiguidade, mergulhada no mistério das incertezas oceânicas. O extremo do mundo para Gregos e Romanos, a partir do qual a navegação se tornava particularmente perigosa.

Promontório de Sagres

 

 En el puente andaluz nos decidimos por volver a Portugal para disfrutar de unos días de "mal tiempo" -y es que sigue sin llover en condiciones- entre cabos acantilados y dunas que se asoman a los cortados de roca. Un tramo de costa, conocida como "vicentina", donde todavía el asfalto y el hormigón apenas se han plantado, en contraste con la muy urbanizada costa sur algarviana. 

  

  

Faro del Cabo San Vicente.

 

 

Paseamos una mañana entera por sus senderos colgados, por sus mesetas llenas de plantas endémicas junto con otras que compartimos geografía.


Viendo el pase de alcatraces.

 
Lycium intricatum, un cambrón (con flor y fruto) cuyas más densas poblaciones españolas están en el otro extremo sur, en Cabo de Gata.

La orquídea verde Gennaria diphylla (diphylla, de dos hojas). Esta si es bastante común en nuestras costas.

Cerinthe gymnandra.
 
Narcissus bulbocodium.

Akis cf. granulifera.

Sabina cargada de frutos.

De las primeras Armerias en flor alimentando a una avispa.

Esta orquídea, Ophrys tenthredinifera, aguanta los vientos pegada al suelo gracias a un tallo muy corto (adaptación?).

 
Muscari neglectum (nazarenos).

 
Salvia verbenaca, todas de un color más intenso de lo normal.

Taller-tienda de cerámica en Sagres.

 
Calle y chimenea típica en Vila do Bispo.
 
 En el entorno de Vila do Bispo realizamos una ruta arqueológica para ver algún dolmen -como este- y sobre todo varios menhires.

Como este Menhir do Padrão.

Onobrychis humilis.

Erophaca baetica (garbancillo del diablo).

Atardecer en la Praia da Ingrina.



Mercadillo rural en la carretera hacia cabo Sardao. Caquis en febrero!! Nos dicen que son los últimos de temporada y vienen de Silves. Estaban deliciosos. Por cierto caqui en portugués es diospiro, como su nombre científico Diospyros kaki.

Cabo Sardao, un lugar que no conocíamos y que nos recomendaron. Y merece mucho la pena.

Esta foto tiene un detalle muy singular. ¡¡Un nido de cigüeñas!!

En esta zona de costa portuguesa las cigüeñas tiene este comportamiento tan especial. Además de ocupar campanarios, torres electricas o grandes árboles, aquí se atreven a montar sus nidos en los acantilados azotados por el Atlántico. ¡¡Fantástico!!

Justo en el centro de la foto un nido sobre ese picaho de roca.



Armeria pungens.


Las cigüeñas más fotogénicas que hemos visto!!


Y para redondear el espectáculo, un halcón peregrino dando vuelos acrobáticos por los acantilados.
 
Entre grandes estratos casi verticales vemos un hueco por donde poder bajar al nivel del mar.
 
 
 Desde abajo podemos ver otro nido colgado sobre una losa plana y gigante de roca.
 
 Y mereció la pena, ya que encontramos una población de helecho marino (Asplenium marinum). Uno de los pocos helechos del planeta que pueden vivir junto al mar y del mar, ya que se hidrata con las salpicaduras de agua salada y la humedad que se condensa junto al mar.
 
Restos de una escalera de piedra (de pescadores o percebeiros) nos sirvieron para no resbalar por la fuerte pendiente.

Esta roca nos pareció un enorme caimán o cocodrilo marino.

Y sobre los acantilados crece una población de jara pringosa (Cistus ladanifer).

Bajamos hacia el sur. Destino Carrapaterira. En una parada técnica mi amigo Íñigo ve una rareza que solo conocía por imágenes. Se trata del arbusto Hakea sericea, de origen australiano, de hecho suele aparecer en eucaliptales. Es una planta muy espinosa y con una flores blancas muy bonitas.

Fuera de Australia se encuentra especificamente en Sudáfrica (donde es una plaga), Nueva Zelanda y aquí en Portugal. Su fruto es tan duro que normalmente abre mejor cuando ocurre un incendio para que su semilla alada vuele a otro lado. Hemos encontrado este texto sobre la especie: "La legislación portuguesa considera a esta especie exótica como invasora, pero está claro que se les ha ido de las manos. Está extendiendose de una forma feroz por casi todo Portugal. Existe el claro peligro de que se extienda como especie invasora al resto de Europa. En inglés se lo conoce como Needlebush. Puede ser, a tenor de su distribución cercana a las costas, que se introdujera a través de los puertos portugueses"
 
 Estamos en Carrapateira. Sobre la Ponta do Castelo se ha localizado y excavado un poblado estacional de pescadores de época andalusí. Se cree que sus pobladores alternaban la agricultura con la pesca y marisqueo durante las estaciones de bonanza climática del año. Además, desde esta altura se podía observar mejor el paso de ballenas cerca de la costa. De hecho aquí se encontró un hueso de ballena que podría pertenecer a un animal cazado allí. 

 Estos acantilados también son ideales para la observación de aves. 

Allí vimos en floración este Astragalus tragacantha. Una planta mediterránea que en la península tiene una distribución curiosa. Solo presente en los extremos suroeste y noreste. Aquí, en el entorno del Cabo San Vicente, y en la costa de Gerona. Dos extremos opuestos peninsulares.
 
 Peñones esculpidos por el mar. 

  La foto de los peñones está tomada desde estas dunas. Carrapateira es un lugar geológico excepcional. Sobre los acantilados se encuentra un campo dunar. Al fondo las dunas de Praia da Bordeira, estas si a nivel del mar.

La aldea de Carrapateira desde las dunas.

Flora sobre las arenas: Silene colorata.

Antirrhinum cirrhigerum.

Sobre una flor de Armeria una araña cangrejo -bien camuflada- ha cazado una abeja, a la que no suelta mientras le sorbe sus jugos.
 
Linaria mumbyana.

Allium subvillosum.

Nos acercamos al Pontal para ver la puesta de sol. Allí las sabinas son árboles planos pegados al suelo.
 

Dia de regreso con una parada intermedia en el Parque Natural de la Ría Formosa. Embarcamos en el ferry que desde Olhao hace la ruta a Culatra y Farol.
 
A poco de salir los ornitólogos que van en el ferry avisan de una pareja de barnaclas carinegras. Una rareza, ya que son aves que se reproducen en la tundra ártica euroasiática y norteamericana. Como no llevaba puesto el zoom la foto es testimonial.
 
 Nos bajamos en Culatra, una isla barrera de arena de 7 km. de largo y 1 de ancho. Nos recibe un pequeño pueblo con calles de arena y casitas de pescadores, las menos, y para veraneantes, las más. Con todo, tiene su encanto.
 


 
 
 
El pueblito queda en el lado interior de la isla. Cruzamos una amplia zona dunar para dar un paseo por la playa.

 En algunos puntos más bajos de la isla el agua sube con la marea creando canales que hay que franquear.

En estos bajos vemos una buena población de esta bella planta: Cistanche phelipaea.

Playa de Culatra, abierta al Atlántico
.

Macomangulus tenuis.

Erizo de mar (Sphaerechinus granularis) orillado.

Ophiura ophiura, estrella de mar serpiente.
 
La joya botánica de este día fue esta Linaria lamarckii. Esta especie tiene su hábitat en arenales y dunas del litoral portugués. En España la última población desapareció en 2003 (Huelva). Pocos años después, gracias a semillas guardadas en herbario, se logró reproducir y volver a plantar en los arenales de Ayamonte y Punta Umbría, recuperando así la especie para España. Con todo, se encuentra en el Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de España así como en la Lista Roja Andaluza con la categoría de "en peligro crítico".

Coleóptero de arenales (s.i.).

Un rastrillo abandonado -o escondido- en las dunas. Este artilugio sirve para mariscar coquinas y otras almejas en la orilla.

Cangrejo ermitaño.

Silene niceensis. Otra silene típica de dunas.

Y para acabar esta viborera litoral, Echium gaditanum, que nos recuerda que hay que tomar el ferry de vuelta al continente y volver a casa.






 

9 comentarios:

  1. Que hermoso, ese rincón del mundo. Gracias por compartir esto.

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  2. Precioso reportaje. Enhorabuena!

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  3. Una zona preciosa, cómo tus fotos.
    Salut

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    1. Gracias Manuel. Apunta este rincón en tu carpeta de pendientes!!

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  4. José Manuel, con ese estilo personal y magistral de este tu blog de viajes por la naturaleza, reconociendo las huellas del hombre.
    ¡Cómo he disfrutado con esas cigüeñas en acantilados! ¡ Qué bien que las urbanizaciones no llegaran por allí!

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    1. Viniendo de una gran viajera como tu... Gracias MariCarmen!!

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  5. Jose Manuel, me ha parecido formidable el reportaje. Nunca había visto nidos de cigüeña en acantilados, y eso que he caminado por esa costa de Carrapateira. Hace 3 años, fuimos pedaleando con el tándem desde el farol de Cabo São Vicente hasta Vila Real de Santo Antonio, por toda la costa, y es verdad que está super masificada... totalmente urbanizada. Ingleses y alemanes tienen unas parcelas con chalets impresionantes a pie de acantilado por cualquier rincón... pero por fortuna, desde Vila do Bispo hacia el norte, hay bastantes zonas libres de ladrillo. Tiene que haber cantidad de especies endémicas por esa zona.
    Un saludo, y gracias por el reportaje tan elaborado.

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