"Delectando pariterque monendo" Horacio

1 dic 2013

EL CORNICABRAL DEL PEÑÓN DE MURES


"El monte te hace ganar altura sobre tus
preocupaciones. Cuando esté deprimido, échese
al monte; mire al cielo y enumere en voz alta las
causas de su tristeza. Y verá que al subir van
perdiendo gravedad y se van quedando allí
abajo... pequeñiiiitas".

Monterapia, de Juanjo Garbizu, montañero
.
No es fácil encontrar una reseña que sirva de guía para subir al Peñón de Mures. Este aislado y poco accesible peñasco se encuentra cerca del Cerro Mures, con el que habitualmente se suele confundir. De hecho muchos senderistas reseñan la subida al Cerro Mures, denominándolo como Peñón. El cerro, bastante visitado, cuenta con vértice geodésico y sobrepasa en 36 metros la máxima cota del peñón. Cerro y Peñón son dos elevaciones casi gemelas separadas por un paso histórico entre las sierras de Grazalema y Ronda: el Boquete de Mures. Queríamos subir al Peñón de Mures y hemos esperado a esta fecha otoñal para encontrar un aliciente botánico y paisajístico. Resulta que sobre la amplia y llana cima del Peñón (que le de da aspecto de mesa o muela) se ubica uno de los cornicabrales mas singulares de Andalucía. De hecho así está catalogado oficialmente. También debería estar, en nuestra modesta opinión, el del Valle de Lifa (que ya visitamos el año pasado) pero esa es otra historia.


 Tras estudiar mapas y ortofotos nos decidimos por intentar la subida
desde la Garganta del Arroyo Cupil. Es un lugar muy transitado pero
poco conocido, ya que solemos pasar a buena velocidad por el tramo
de la carretera Sevilla-Ronda (A-374), que utiliza este paso como un
pequeño "despeñaperros" entre Grazalema y Ronda. Iniciamos la ruta
junto a la ruinosa Majada del Cupil.

 Sobre los cercanos cortados calizos del Peñón de Mures ya adivinamos,
por su llamativo color rojizo, una mancha de cornicabras en plena
otoñada.

 Atravesamos el bucólico puente, de origen romano según hemos leído,
sobre el Arroyo del Cupil, que a pesar de la sequía lleva algo de agua.
 
 Alternamos senderos de cabras y de cazadores hasta llegar a un
encajonado arroyo tributario del Cupil.

 Antes de meternos en el estrechón podemos ver una brumosa meseta
de Ronda
, con el valle del Guadiaro (delante) y la Sierra de las Nieves
(detrás).

 Un precioso arce (Acer monspessulanum) con su caracterítico color
otoñal nos recibe en la junta del Cupil con el arroyo (sin nombre en el
mapa) que baja desde el pantanillo de Montejaque.

 Hojas de arce de Montetpellier.

 Encontramos esta cuerna de venado, bastante roída y desgastada,
pero que nos dice que rondan por aquí estos grandes ungulados
 
 Aprovechamos el lecho seco para tomar altura.

 En ocasiones se encaja bastante.

 Los arces destacan sobre el verde y gris de encinas y calizas.

 Aparecen las primeras cornicabras, aunque todavía estamos a pie de
peñón.


 La ladera se suaviza y aprovechamos para salir del cauce y subir por
una zona bastante accesible.

 Tras un corto repecho estamos pisando las calizas del Peñón de Mures. Abajo queda la gargantilla por donde hemos subido.

 Hemos accedido por la vertiente norte, aprovechando un encajonado
arroyo que ha cortado y descarnado el terreno, como vemos en la
foto.

 Enseguida nos metemos en la zona mas densa del cornicabral. Por
detrás aparece la Sierra de la Sanguijuela.

 Típica agalla de cornicabra, cuyo singular aspecto da nombre común al
arbusto.

 Este rincón, el mas bajo de la meseta del Mures (a unos 700 m.s.n.m.),
está casi formado al 100% por cornicabras de gran porte.

 Las cornicabras (Pistacia terebinthus) recrean nuestra vista con
todos los tonos posibles entre el ocre y el rojo, pasando por naranjas,
dorados,...

 Según la ficha técnica del cornicabral se dan ejemplares de hasta 1,50
metros de perímetro en el tronco. Nosotros encontramos este enorme
ejemplar que supera los 2 metros.

 Teniendo en cuenta que la cornicabra está considerada un arbusto o
pequeño árbol, esta de la foto podría ser centenaria. En el Catálogo de
Arboles Singulares de Andalucía solo hay una cornicabra mas gruesa en
un cortijo de Benaoján.

 En su tronco destaca esta seta parásita que podría ser Phellinus
torulosus
, que está citado en el género Pistacia y concretamente en
cornicabras.

 Vagamos por el cornicabral si rumbo fijo, un lugar delicioso para
perderse.

 En ocasiones nos acercamos, con mucho cuidado, a los cortados del
Peñón. Abajo vemos la carretera A-374 a su paso por la Garganta del
Cupil.

 Salimos del bosquete mas denso de cornicabras.

 Las cornicabras siguen predominando, con porte de árboles a
diferencia de las de Lifa.

 Parece que caminamos por un extenso llano, pero estamos rodeados
de tajos verticales por casi todos los flancos de este Peñón de Mures.


 Hacia el oeste, y en esta vista despejada, podemos ver parte de la
Sierra de Grazalema (el Pinar, Las Lomas, Pto. de las Palomas y
Coros).

 Manolo Gil ante otra fenomenal cornicabra (Pistacia terebinthus) y el pueblo de Arriate al fondo.

 Entre los troncos de estas cornicabras gemelas vemos Sierra Blanquilla, donde queda el cornicabral de Lifa.

 Llegamos a un lapiaz en lo mas alto de esta meseta del Mures y
asomándonos al sur. Enfrente tenemos el Cerro Mures. Y a la derecha,
enfilados, el Cerro Tavizna y el Hacho de Montejaque.

 Nos asomamos, hasta encontrar una ladera por la que podemos bajar
hacia el Boquete de Mures.

 Hemos bajado del Peñón para asomarnos a Ronda por el Boquete de
Mures
. Un antiguo paso natural usado de antiguo por bandoleros y
contrabandistas.

 Rodeamos el Peñón de Mures por su flanco oriental, el que da a Ronda.
Llegamos a un campo roturado bajo el ancho cortado calizo. Se conoce
este lugar como "la agarrá de Pasos Largos". Cuentan que el popular
bandolero pasaba aquí el día cuando la mujer de un cabrero lo dejó
dormido con un café aderezado con polvo de adormidera. Llamaron a la
guardia civil, pero Pasos Largos despertó y tras un tiroteo logró huir;
aunque acabó herido en un tobillo, por lo que un día después se
entregó en Ronda.

 Nos acercamos a los tajos del Peñón, siguiendo con nuestra intención
de rodearlo, cuando nos encontramos con una visión espectacular.

 Un rebaño con veintitantos ejemplares de cabra montés (Capra
pyrenaica hispanica
)
comandado por dos grandes machos con el
pecho negro.

 Tras la emoción de ver tanta cabra ante nosotros llega la hora de
comer algo. Elegimos las ruinas del antiguo Cortijo de las Granjas.
Detrás "nuestro" el Peñón de Mures por su cara este.

 El antiguo Cortijo de las Granjas (puede ser una mala información topográfica de Cortijo de las Grajas) debió ser una hacienda de
importancia, ya que cuenta con dos hornos para cocer pan.

 Dejamos el cortijo cruzando por senderos entre campos de labor.

 Llegamos de nuevo al Arroyo del Cupil, que un poco mas abajo
desagua en el río Guadiaro. Puede que con mas caudal sea difícil
cruzarlo por este lugar que nosostros elegimos.

 En esta zona húmeda y fresca encontramos una planta en flor que no
esperabamos. Trachelium caeruleum o flor de la viuda (der.) que
normalmente florece a principios de verano. Antes, por el Boquete de
Mures, habíamos retratado un Crocus serotinus (izq.) que si es una
flor de otoño.

Tras un recorrido casi circular al Peñón volvemos a la Garganta del Cupil; andamos paralelos a la carretera por este lugar que, particularmente, hemos llamado el "despeñaperros" serrano. Ante nosotros tenemos la inexpugnable cara norte del Peñón de Mures. Este paredón también se conoce como el Tajo de Honda; no sabemos de donde proviene ese nombre, solo se nos ocurre que la honda es un "tirachinas" de pastores.

Me acompañaron en esta ruta el montañero y amigo de siempre Manolo Gil Monreal y mi compañero de andanzas Pepe Merino.

27 nov 2013

VALLE DEL GENAL (otoño 2013)


El Valle del Genal es un paisaje recurrente en este blog. Y mucho mas si es en esta época otoñal, cuando castaños, álamos y zumaques tiñen las laderas de tonos ocres, dorados y granates . No hay mucho que contar, que no se sepa ya, de este bello rincón de la Serranía de Ronda (Málaga) tan querido y visitado por numerosos aficionados al senderismo, la naturaleza, la fotografía, la contemplación de bellos paisajes..., o de todo esto a la vez, como es nuestro caso.
Hemos seleccionado unas cuantas fotos (y algún mini-video) de nuestra visita de este otoño, en la que hemos disfrutado de un encantador sendero por los castañares de Pujerra, y ha salido este video-montaje que espero os guste.

Para visionar el video a máx. calidad picar en la ruedecita junto al logo de Youtube y seleccionar "1080p HD". 


23 oct 2013

NOVEDADES SOBRE EL TAJO DE VERNER

"Durante marzo y abril hemos observado varias veces un ave solitaria. El día 25 de marzo la vimos, con prismáticos, acercándose a un escarpada pared en una de las estribaciones de las montañas circundantes, a unos 4.000 pies de altura. Al llegar a ese cortado encontramos que el ave se había marchado mientras nosotros subíamos. Desde la punta de un espolón saliente pudimos ver el nido, que se encontraba en una pequeña cueva apenas lo suficientemente alta como para que un pájaro pueda estar de pie. En la entrada había una plataforma con lana sucia mezclada con palos y uno o dos huesos, pero el nido estaba vacío. El 24 de abril volvimos a visitar el lugar y vimos al quebrantahuesos varias veces, pero el nido seguía vacío, y nos fue imposible encontrar otro nido ocupado cerca de allí. Podría haber sido saqueado, ya que, aunque el tajo tenía 60 pies de altura, el nido era bastante accesible con una cuerda".
Observaciones de Hubert Lynes desde el San Cristóbal, Grazalema (año 1910)
Hace ya casi dos años, en el otoño de 2011, que tuvimos la suerte de re-descubrir uno de los nidos históricos de Quebrantahuesos mas buscados desde que W. Verner lo describiera, dibujara y fotografiara en su libro "My life among the wild birds in Spain" de 1909.

Además de ser el segundo nido histórico de Gypaetus barbatus de la provincia (el primero fue localizado en 1981 por el ornitólogo jerezano Olegario del Junco en la sierras de Tarifa), es el primero de los varios que debieron ubicarse en la Sierra de Grazalema, de donde hay varias citas históricas en libros y artículos de autores como Chapman & Buck, Irby, Lynes, Swann y von Boxberger.
Toda aquella aventura detectivesca la publicamos en octubre de 2012 (para verlo picar aquí) y en la revista de naturaleza Quercus (ver abajo).


Tras la publicación fueron muchos los amigos y bastantes los aficionados a la ornitología que nos felicitaron por el hallazgo. 

 El paraje se incluyó en un poster de la SEO (Sociedad Española de Ornitología) con los nidos históricos de la mitad sur peninsular encontrados hasta ahora.
Pero ha sido determinante para seguir con la investigación posterior, cuyo resultado hoy publicamos, la colaboración del Dr. Abilio Reig Ferrer, de la Universidad de Alicante, y máximo experto en ornitología histórica, que ya conocemos personalmente y que contamos como un buen amigo.

Con Abilio Reig en La Janda (Vejer).
Por recordar lo que pasó hace dos años reproducimos imágenes del otoño de 2011, cuando localizamos el nido (en realidad eran dos nidos muy cercanos) de Verner en la Sierra del Caíllo, por encima de Benaocaz (P.N. Sierra de Grazalema). Sólo con la ayuda de un dibujo, unas fotos (en sepia de hace 100 años) y nuestra intuición, llegamos a encontrar una roca en una enorme sierra (como una aguja en un pajar).

 Vertiente norte de la Sierra del Caíllo (y su cumbre Navazo Alto o Bandera) con los Tajos del Cao cayendo al valle de Fardela.

Mi hijo Pablo, mi cuñado Bienve y mi sobrino Ale en plena búsqueda. Abajo el valle de Fardela y de fondo la Sierra del Pinar (cara sur).


Dibujo de Verner con los nidos señalados y una foto nuestra del tajo con la ubicación real.


¡¡Y aquí está la aguja en el pajar!! La misma foto del nido nº 2 de Verner con un siglo de diferencia.
 
Y AHORA, VAMOS A LAS NOVEDADES
El prof. Abilio Reig contactó con nosotros cuando conoció por Quercus la noticia del nido histórico de quebrantahuesos del libro de W. Verner. Llevaba tiempo intentando localizar topónimos e imágenes del libro y nos pidió ayuda para identificarlas. Viajó hasta Benaocaz para conocer los nidos, pero el mal tiempo no le permitió subir. En sus estudios sobre Verner había detectado que existían dos o mas huevos de quebrantahuesos recolectados en un lugar identificado como "Sierra de Ubrique, provincia de Málaga". Dato curioso ya que Ubrique no es municipio malagueño, pero históricamente su sierra se consideró parte de la malagueña Serranía de Ronda. Podían ser varias las posibilidades del origen de estos huevos:
  •  1ª) de un nido desconocido de la propia Sierra de Ubrique, y que el error fuera la provincia.
  •  2ª) de un error de escritura y que fueran de un nido de Málaga (p.e.: de "Sierra de Jubrique, prov. de Málaga). 
  • 3ª) que fueran de los nidos de Benaocaz, considerado en algunos textos de viajeros como perteneciente a la Sierra de Ubrique.
 También consiguió A. Reig detectar que esos huevos pasaron por varios coleccionistas (oólogos) hasta acabar donados a un museo norteamericano.
Con estos datos de Abilio y nuestras fotos del Tajo de Verner contactamos con la WFVZ (Fundación Occidental de Zoología de Vertebrados), con sede en California (ver foto de arriba con su fundador Ed Harrison) y en cuyo museo (Camarillo Bird's Museum) podrían estar, actualmente, los huevos de quebrantahuesos de la colección de Verner.

Pocos días después recibíamos un correo firmado por René Corado (en la foto de la WFVZ), director-conservador del museo americano, al que siempre le estaremos agradecidos.

 R. Corado nos envió una serie de fotos de huevos y copias de las tarjetas con la historia de esos huevos. Es normal que cuando los huevos cambian de poseedor-coleccionista éste redacte su propia tarjeta (egg data card) con los datos que conoce sobre su historia y procedencia.

Son varias las tarjetas de un conjunto de dos huevos localizados en "Sierra de Ubrique". Pero esta de la colección oólogica de W. M. Congreve (que los donó al museo) y escrita a máquina en 1968 por Ed Harrison recopila los datos mas aclaratorios. En su anverso (imagen superior) se recoge que: son dos huevos de quebrantahuesos; colectados el 5 de febrero de 1910 (un año despues de editado el libro de Verner); en una Sierra de Ubrique cercana a Ronda; y en el mismo lugar que dibujó Verner en su libro "My life among...".

En el reverso (imagen superior) sigue Harrison escribiendo a máquina y... resumiendo el texto viene a decir entre otras cosas: que Verner, ya mayor, cedió su colección ornitológica a su sobrino C. R. Verner, residente en Hindon (Inglaterra); que Congreve le compró (al sobrino de Verner) los huevos de Quebrantahuesos por 20 libras en agosto de 1966; y que los huevos procedían de un lugar dibujado (por W. Verner) denominado "Tajo del Cao". Finalmente comenta que no consiguió traducir la palabra "Cao" ni con la ayuda de su diccionario. La última línea de la etiqueta esta escrita a mano, puede que porque ésta se saliera del carro de la máquina de escribir.

Ver abajo la "ADENDA" o "NOTA BENE" sobre la palabra CAO.

Para nosotros esta etiqueta es la prueba evidente de que estos dos huevos de Quebrantahuesos colectados en la "Sierra de Ubrique" (igualmente los podría haber identificado como de la Sierra de Villaluenga), cerca de Ronda y en el "Tajo del Cao" son huevos del mismo nido que encontramos hace ahora dos años en Benaocaz.
Pero las sorpresas y novedades no acaban con esta fenomenal noticia. Paralelamente René Corado nos envía otra etiqueta que corresponde a otro huevo de Quebrantahuesos con la localización "Sierra de Ubrique".


Según su etiqueta se trata de un huevo que perteneció al coleccionista W. Hobson, fue colectado en febrero de 1897 (unos diez años antes que los de Verner) procedente de un lugar "bien conocido" como "Sierra de Ubrique" en Málaga (error de ubicación) al sur de España, en el mismo lugar que describiera Verner en su libro "My life...", por el guía local Rafael Mena.



Por lo tanto, ahora también conocemos que Verner no fue el primero que expolió el nido de la Sierra del Caíllo. Este huevo de la foto se colectó allí a finales del XIX por un tal Rafael Mena, guía local que pudo ser el mismo que llevó a Verner a Benaocaz pocos años después.
Pero... ¿quién era este Rafael Mena?
Fotografía de Harris & Ewing (1916) en la que aparece el taxidermista Nelson Wood del Intituto Smithsonian.

Pasamos toda esta información a Abilio Reig, quién nos confirmó conocer su expediente académico donde aparece que Rafael Mena Santos era natural de Puente Genil (Córdoba), que fue el disecador-preparador del Instituto Provincial de Málaga desde 1878 hasta 1892. En este último año un "decretazo" (para ahorrar gastos, como los de ahora) suprimía la plaza de taxidermista en todos los institutos provinciales. Este hecho hizo que Mena se dedicara "full-time" a guiar a ornitólogos británicos por las sierras malagueñas.

Quebrantahuesos disecado, entr otras aves, en el Instituto Prov. de Málaga. Fotos de 1996 cedidas por Abilio Reig .
 Cuando se "agotaron" los nidos malagueños Mena tuvo que adentrarse en las sierras gaditanas. Esta avidez por cobrar huevos y aves debió ser la responsable de la desaparición del Quebrantahuesos en las sierras de Málaga primero, y en las de Cádiz poco después.


Todos estas novedades sobre los nidos del Tajo de Verner han sido expuestas en las VI Jornadas de Historia Natural de la SGHN, celebradas en Vejer de la Frontera.

La Casa de la Cultura de Vejer, antiguo palacio del Marqués de Tamarón, ha sido la sede de las Jornadas.

Las jornadas se cerraron el domingo (20/10/13) con una novedosa excursión por La Janda, dentro de los límites de la finca Las Lomas (por gentileza de la propiedad) y por la finca Jandilla. Recorrimos parajes poco transitados como el Soto de Malabrigo, la Dehesa de Espartina, el embalse de Cabrahigo, las Lagunas de Alcalá y Jandilla y el Soto y laguna delTorero.

Parajes que William Willoughby Cole Verner describió en sus correrías y expediciones tras las aves de la provincia de Cádiz. Arriba, Verner en una foto tomada por Sarah Angelina Acland, pionera de la fotografía en color. Verner murió en su casa algecireña el 25 de enero de 1922, siendo enterrado en Gibraltar.




"ADENDA" o "NOTA BENE"
SOBRE EL POSIBLE ORIGEN DE LAS PALABRAS "CAO" Y "CAILLO" 
Muchas veces nos habremos preguntado porqué esta sierra que se eleva entre Benaocaz y Villaluenga del Rosario, guarda varios y diversos topónimos. Unos oficiales, ya que aparecen en mapas, como "Sierra del Caíllo", "Navazo Alto" o "Tajo del Cao" y otros de uso mas simple y popular como "Bandera" o "El Cao" sin más.


En nuestro ámbito geográfico se utiliza "cao" para designar a la acequia o canal que conduce el agua hasta el cubo de un molino (pero no es lugar para "molinos hidráulicos" una sierra tan alta y seca). En cambio, si nos vamos al diccionario de la RAE la palabra "cao" tiene esta única acepción:
cao (en Cuba y R. Dom.) Ave carnívora de la familia de los Córvidos, de plumaje negro y pico corvo.

Según nuestro avezado y estudioso amigo, el prof. Abilio Reig, que ha estudiado el origen de esta plabara, el uso de "cao" para designar en Cuba (y otras islas caribeñas) a un córvido, puede tener su origen en las sierras gaditanas. Es posible que antaño los lugareños de "las siete villas" (señorío de los pueblos serranos bajo el dominio cristiano) designasen a los córvidos que habitan en nuestras sierras como "caos" (cuervos) y "caíllos" (por las especies de menor tamaño). Y todo por la similitud de "cao" con la onomatopeya del graznido de estas aves. Sabemos que estas aves pueden anidar en tajos y cortados rocosos bastante inaccesibles. Y que la Sierra del Cao o Caíllo pudo ser un lugar frecuente para estas especies. Si algunos de nuestros ascendientes serranos desembarcaron en aquellas islas del Caribe y empezaron a llamar "caos" a los córvidos de aquellas tierras, los indígenas pudieron copiar este nombre para aquellas aves de oscuro plumaje. En nuestra sierra, sin embargo, el nombre pudo perderse con la modernización del castellano, quedando sólo la Sierra del Caíllo o Tajos de Cao como un toponímico que ha llegado hasta nuestros días.
Aunque lo aquí expuesto no deja de ser una teoría, tiene indicios para convertirse en una realidad. Gracias a Abilio Reig por dejarnos comentar esta propuesta en nuestro blog.

Imágenes y textos sobre el Cao cubano