"Delectando pariterque monendo" Horacio

23 jun 2021

Primavera en la Sierra - 2021

 Volvemos con una entrada clásica por estas fechas: el repaso a la primavera grazalemeña, que nunca defrauda. Montañas cuasipirenáicas, pinsapos, orquídeas, mariposas ..., y hasta un par de insectos que nunca habíamos visto. Uno de ellos, endémico, lo ibamos buscando -era su fecha- y allí estaba. Y el otro es que ni sabíamos que existía: un bicho raro, raro. Y es que nunca podremos decir que ya lo hemos visto todo, por muchas veces que volvamos al mismo sitio. ¡¡Por eso no nos cansamos de volver a la Sierra de Grazalema!!

 

"La vegetación se torna algo menos exuberante a medida que se asciende, y surge Grazalema, o mejor, los tejados parejos de Grazalema, una sorprendente geometría de sienas y blancos incrustada en el pedregal".

José Manuel Caballero Bonald (escritor jerezano, 1926-2021)

 

A Juana, mi querida madre (Jerez, 1926-2021).

 

Grazalema (junio 2021)

Pero antes de llegar a Grazalema vamos a desviarnos por una vieja carretera de la campiña arcense y así conocer un paraje, de esos que se te quedan pendiente porque sabes que están ahí y ya un día lo verás.

En una colina con agradables vistas a la Sierra de Grazalema, y rodeada de campos de labor, se mantiene una ermita histórica: La Fuensanta.  

Esta arruinada y olvidada ermita fue fundada a principios del siglo XVI -sobre lo que pudo ser un morabito andalusí- por carboneros y pastores en un paraje por entonces rodeado de un extenso bosque de alcornoques, quejigos y encinas. Se levantó junto a un manantial (que fuimos a buscar pero que ya ha desaparecido) cuyas aguas decían que curaban la peste y la sarna.
 
En siglos pasados se llegaba allí por veredas y caminos que el tránsito de arrieros y ganados, entre la sierra y la campiña, mantenía abiertos. Con el despoblamiento del campo y las nuevas vías de comunicación la ermita quedó apartada de todo y el abandono hizo mella en sus muros.

Hoy la ermita se deshace poco a poco, utilizada como almacén de aperos o refugio de ganado, pero todavía en un paraje con una de las mejores vistas a la Sierra que podamos tener desde la campiña. (datos históricos extraídos de blogs arcenses).

La Sierra de Grazalema desde la Fuensanta.
 
Una parada para un café en la Venta Julián (El Bosque) nos depara este trampantojo. ¡¡No se trata de una rodaja de morcilla para acompañar el café!! sino de una galletita de harina de algarroba y nueces. Crujiente y con productos "kilómetro cero".
 
Paseo con nuestros amigos segedanos Paco y Angela, que alternan su paraíso extremeño con la provincia de Cádiz.
 
Flor de peonía (Paeonia broteroi).

Bonito ortóptero, todavía ninfa.

Mariposa blanca del majuelo (Aporia crataegi).
 
Linaria amethystea var. albiflora.

Iberis pectinata.
 
Crupina sp.
 
Orquídea piramidal (Anacamptis pyramidalis).
 
Silene andryalifolia.

Centaurea pullata.
 
 Disfrutando de las vistas desde el Puerto de las Palomas. La carretera más alta de Andalucía occid.
 
Zygaena sarpedon.
 
Un curioso rincón de la Sierra este Charco de la Hedionda, de aguas azules sulfurosas. En Tavizna.

Cynara humilis var. leucantha.

Synema globosum o "araña napoleón" (su nombre es evidente) que acaba de cazar una abeja.

Otra araña (Philodromus sp.) cazando al acecho sobre una espiga de gramínea.

Viborera gigante (Echium boissieri).
 
En la misma viborera esta "tijereta" o "cortapicha" (Forficula auricularia).

Una planta tan grande (hasta 2,5 m.) y con cientos de flores tiene para albergar mucha vida. Como esta pareja de Phytoecia coerulescens en plena reproducción.

Y otra planta de gran tamaño y numerosas flores son los Verbascum giganteum, o gordolobos o papazorros, como se les conoce en la Sierra. En este caso vemos como se alimenta de ella una llamativa oruga de Cucullia verbasci.

Suelo tapizado con flores de Putoria calabrica. Su nombre proviene de la región italiana donde se describió y del latín puteo, que significa oler mal, apestar; evidentemente porque la planta es fétida. Su nombre común es hedionda o pedorrera.

Primer plano de la bella orquídea Ophrys apifera.

Y otra orquídea: Orchis coriophora, con una habitante, la araña cangrejo Thomisus onustus.

Una mariposa típica de zonas de montaña bien conservadas es esta Thymelicus sylvestris.

Y este es de los bichos más bonitos y fascinantes que podemos ver volar en primavera: Libelloides baeticus. No es una libélula, a pesar de su nombre, ni mariposa a pesar de su bella coloración. Es un ascaláfido, insecto que destaca por sus largas antenas acabadas en maza, ojos grandes y alas con colores del amarillo al negro pasando por el azul.

Biscutella auriculata o hierba de los anteojos.

Un paseo nocturno por las calles de Grazalema te puede enseñar una buena colección de polillas que acuden a las luces del pueblo. Como esta gran mariposa esfinge Hyles livornica. Seguramente está de paso, ya que es una migradora que pasa el invierno en África y el verano en el centro y norte de Europa (más fresquito).

 
Esta bonita polilla con cuerpo de algodón y llena de puntos negros con reflejo metálico es Zeuzera pyrina. Su oruga se alimenta de la madera de frutales, aunque no debe ser plaga ya que no es abundante.

Sierra del Endrinal.
 
 
Cytisus fontanesii subsp. fontanesii en plena floración.
 
Stachys circinata.

Halimium atriplicifolium.

Mantisalca salmantica hipocromática (flor blanca).

Y nos vamos al Pinsapar con los amigos del Proyecto Lepidópteros de la SGHN. 
 
Les vamos a ayudar en su trabajo periódico y de paso veremos a ese bichejo al que tenemos ganas de fotografiar.
 
 Toca chequear mariposas entre la base del pico San Cristóbal...
 
  ...y la Cañada de los Alazores.
 
El arroyo, seco en esta época del año, es usado por muchas mariposas para libar sales, subir y bajar por el bosque o...
 
... reproducirse; como esta pareja de Odezia atrata. Una mariposa, exclusiva de montaña, de alas negras (atratus -latín-= negro) con un solo ribete blanco en las puntas de las alas.
 
Catananche caerulea.

Estratos erosionados por las aguas que bajan de las laderas del Pinsapar.
 
 
 Más estratos o pliegues. Geología pura!!

Mariposas de la especie Pyronia bathseba libando sobre flores de un tomillo colgado en un pliegue.
 
El pico San Cristóbal "presidiendo" el paraje.
 
Los amigos del Proyecto tomando notas, mejor dicho grabando audios, de todo lo que se está viendo volar por allí.

En un charco del cauce vemos reptar esta sanguijuela de color verde. No es la que normalmente solemos ver en fuentes y manantiales (de tonos pardos). Revisando las especies presentes en la península nos recuerda a Theromyzon tessulatum. A ver si algún experto nos saca de dudas!!

Celastrina argiolus.

Cephalanthera rubra, una bella orquídea típica de bosques de baja y media montaña que no falta en el Pinsapar.
 
Y por fin vemos al insecto endémico que veníamos buscando. Se trata de  un bupréstido oscuro y de brillo metálico de nombre Anthaxia ceballosi. Es endémico del pinsapo, por lo que solo se puede ver aquí en el pinsapar de Grazalema, en los bosques rondeños y en Sierra Bermeja. Sus larvas se desarrollan en las ramillas enfermas del pinsapo, por lo que no se considera un problema para nuestro querido abeto andaluz.

Carcharodus alceae/tripolinus.

Una curiosa formación geológica, aunque muy frágil. Se trata de una colada de travertino formada por un chorrero de agua.

Más mariposas avistadas en el pinsapar: Euphydrias aurinia.

Lasiommata maera.
 
Colias crocea.

Una hormiga Camponotus cruentatus trepando por un espárrago.

Scorzonera angustifolia, su nombre le viene por esas hojas tan finas y largas (angostas).

La "orquídea de las cintas", por sus labelos largos y colgantes: Himantoglossum hircinum.
 
Anthaxia hungarica, otro bupréstido, pero este de colores verdes brillantes.

Y antes de mostrar el bicho tan raro que vimos, un par de vistas del pico San Cristóbal.

 Estábamos fotografiando orquídeas y tuvimos que rodear una retama. Sobre aquel arbusto repleto de flores amarillas vimos unos puntos negros que se movían dandole vueltas a las ramas para ocultarse. Una estrategia que hemos visto en otros insectos. Nos costó hacerle una foto decente, ya que no paraban de moverse de un lado a otro. Nunca habíamos visto algo así, y en la pantalla de la cámara se veía un insecto con una especie de malformación -¡¡con 3 cuernos, uno de ellos largo y hacia atrás!!- decidimos tomar uno en un botecito de muestras.
 
Solo con enviar la foto desde el móvil nuestros amigos entomólogos nos pasaban el nombre de aquel monstruito, que conocían de fotos pero nunca habían visto. Su nombre Centrotus cornutus.
 
Estas fotos se las hizo Antonio Verdugo (amigo y entomólogo de la SGHN) y son bestiales. Centrotus cornutus es una cigarrilla de la familia Membracidae que cuenta con 4 especies en España, pero que está repartida por el planeta, sobre todo en zonas tropicales.
 
Imagen extraída de un artículo sobre estos extraños insectos del Boletín de la SEA (P.A. Alvarez, 2000). Dice el autor sobre ellos:
"Los membrácidos presentan algunas de las estructuras más espectaculares que se encuentran en el mundo de los insectos y, probablemente, que la evolución orgánica haya creado. ¿Qué otra especie podría siquiera compararse a Bocydium globulare (fig. 3), el antecesor natural del Atomium de Bruselas? Muchas otras formas están presentes también en los membrácidos, algunas foliáceas, de vistosos colores y aspecto tranquilo, y otras que nos recuerdan a setas y tubérculos. Las hay con aspecto agresivo, con finos látigos dispuestos a atacar en cualquier momento, con espadas intimidatorias o simplemente horribles. De irracionales formas geométricas para un insecto. Sus pronotos adquirien formas insólitas como cuernos, espinas, esferas y otras superestructuras que no pueden calificarse sino de monstruosas, siempre sobre sus cabeza a modo de casco. Sus formas parecen haber sido sacadas de los más imaginativos libros de arquitectura. Como si excéntricos artistas -procedentes de desconocidas escuelas- hubiesen combinado un inusual ingenio creativo para dar lugar a construcciones irreales, enigmáticas y alejadas de toda norma en cuanto medidas, lógica y diseño".
 
Vista frontal de Centrotus cornutus. Varias son las explicaciones que los expertos dan a las formas de estos insectos. Una es la de servir de camuflaje entre variadas formas botánicas (Centrotus cornutus sería complicado de ver si se posa en un espino, aunque curiosamente no vive en los espinos). Otra hipótesis es la de la "ortogénesis hipertélica", o sea, el desarrollo excesivo de un órgano que acaba haciéndolo inservible. De hecho estas formaciones no les hacen fácil las posturas reproductivas, aunque algunas especies fuerzan la rotura de estas incómodas protuberancias para poder copular mejor.
 
Mucho que aprender nos queda todavía, así que seguiremos "decubriendo" -mientras podamos- nuestra querida Sierra de Grazalema.

 

   

7 comentarios:

  1. Pues si seguiremos aprendiendo, muchas gracias por compartir experiencias, saludos

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  2. Que bonito reportaje Jose Manuel. Nos descubres la naturaleza que la mayoría de los demás no vemos. Gracias.

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  3. Juan José Julia de Agar
    Precioso reportaje y fascinante el tricornio, felicidades amigo y gracias.

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  4. Hemos leído tus experiencias mi cuñado Juanjo y yo y nos han parecido de lo más interesante. Enhorabuena. Un abrazo.

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  5. Precioso reportaje, como nos tienes acostumbrados. Pero la naturaleza que nos enseñas no deja de asombrarnos.
    Magníficas las fotos de paisajes.
    Para disfrutar viéndolo de nuevo.

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  6. Preciosas las fotos como siempre. Y gracias por descubrirnos las maravillas de esta Naturaleza tan próxima a nosotros¡

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