Tras una primavera fresca y con suficientes lluvias el verano 2020 ha llegado a la Sierra de Grazalema con "reservas" suficientes para que la flora y su fauna asociada, sobre todo insectos y herbívoros, resistan bien los primeros calores del estío.
Aquí una muestra. Espero que os guste.
Un vistoso ejemplar de araña (Eusparassus sp.) descansa junto al pomo de una puerta. En un principio pensé que estaba muerta pero luego me acerqué y vi el hilo por donde se descolgó. La asusté un poco para que abandonara ese lugar antes de que se llevara un alpargatazo.
Ballota hirsuta.
Graphosoma italicum, conocida como "chinche del milan", por su coloración "rossonera".
Otras orquídeas de verano. Detrás la exuvia (cutícula o cubierta exterior abandonada por los artrópodos tras la muda) de un libélula.
Detalle de flores de Salvia sclarea con un abejorro libando.
Mantis de tono verde, acorde con la planta.
Vista frontal del Peñón Grande. Si se observa con detalle puede verse una cabra montés sobre un resalte (casi en el centro der. de la foto).
Flores secas (Nigelas y papaver) en una casa de Grazalema.
Grazalema desde el Peñón de Mahón. Este peñón es en realidad una cumbre secundaria del Peñón Grande. En su ladera hay una cueva (cueva de Mahón) bien conocida por los grazalemeños. Personalmente creemos que el topónimo "mahón" es una degeneración de "peñón de mahoma" o "peñón de los mahometanos". Allí arriba hay restos de ocupación que bien podrían ser de época andalusí. Pero de esto ya hablaremos en otra ocasión.
Gracias por esa extraordinaria colección de florecillas silvestres, que nos refrescan el día.
ResponderEliminarSalut
Enhorabuena. Magnifico reportaje de la naturaleza de Grazalema. Un abrazo.
ResponderEliminarQué maravilla de reportaje!!!!!
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