Llevábamos años con esta actividad pendiente. ¡Y al lado de casa!. La ya famosa excursión para ver cetáceos por el Estrecho de Gibraltar. Un paseo de casi tres horas navegando entre esos escasos 14 kms que separan Europa y África; ese "punto caliente" de biodiversidad donde casi se unen dos continentes y donde se encuentran el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo. Como siempre estas viendo tierra -al norte y al sur- da la impresión de estar navegando por un gran lago, salvo cuando te pasa cerca un petrolero o un carguero gigantesco, de esos que te hacen pensar que flotan más por arte de magia que por el Principio de Arquímedes.
Nuestro paseo sale del puerto de Tarifa a las 4 de la tarde. Por eso aprovechamos la mañana para dar un paseo por la costa. Elegimos la rasa mareal y los acantilados del Flysch de la Torre de Guadalmesí.
Preciosa araña cazando a solo 0,5 metros del agua y a 0,5 metros sobre el nivel del mar. Tras una enriquecedora discusión entre varios expertos parece que pertenece al género Menemerus.
Salsola kali, una planta acostumbrada al agua y ambiente salino.
Sphex cf. flavipennis, una avispa grande y bicolor (negro-anaranjado).
El tráfico por el Estrecho es constante. Es harto difícil que no haya un mercante de paso en algún momento. He leído en prensa que cada día pasan 300 barcos por el Estrecho.
Pero en estos días el mayor cruce del Estrecho es de norte a sur. Millones de aves están ahora en migración postnupcial hacia África. Muy cerca de nosotros pasó un grupo de rapaces. La de la foto es un Águila culebrera (Circaetus gallicus).
Pero en estos días el mayor cruce del Estrecho es de norte a sur. Millones de aves están ahora en migración postnupcial hacia África. Muy cerca de nosotros pasó un grupo de rapaces. La de la foto es un Águila culebrera (Circaetus gallicus).
Ya estamos en el Puerto de Tarifa para embarcar en el Jackelin, con capacidad para 195 pasajeros aunque solo somos 61, por lo que será más fácil moverse de un lado para otro por la cubierta del barco.
Haremos la excursión con Turmares. Una empresa de ecoturismo que se presenta como colaboradora de la administración medioambiental y de entidades científicas y académicas.
Saliendo del puerto de Tarifa.
A poco de salir de puerto, rodeando la Isla de Tarifa, vemos el primer grupo de delfines. Al fondo, a la izquierda del faro, vemos el observatorio de aves donde estuvimos pasando (el año pasado) una buena jornada con los amigos de Migres. Ver en este enlace.
Entre la tripulación que nos acompaña va una bióloga marina que nos va informando, muy bien y constantemente, de todo lo que vamos viendo (peces, aves, paisaje, historia, ...). Vimos varios ejemplares de pez luna. Se trata del pez óseo más pesado del planeta, con individuos que alcanzan más de 3 metros y superan las 2 toneladas. Es un pez muy tranquilo, de lenta navegación y aspecto curioso y hasta simpático. Incluso hasta su nombre científico Mola mola.
Entre la información que nos dan está la presencia de este buque cablero, especializado en la colocación y reparación de cables submarinos. La cuestión es que hay un cable de energía eléctrica que cruza el Estrecho, y tiene rota la funda por lo que está perdiendo líquido refrigerante. Este barco está reparando el cable. Dicen que el fluido es biodegradable, pero los biólogos tienen dudas y temen que pueda estar perjudicando al medio marino. Al fondo la mole caliza del Jbel Musa (Marruecos).
Seguimos viendo delfines por babor y por estribor. Hay tres especies en el Estrecho: delfín mular, delfín listado y delfín común. Tuvimos la suerte de ver las tres.
Curiosa la costumbre de los delfines de jugar y saltar en la proa de los barcos. Este que captamos delante de un carguero es el delfín mular (Tursiops truncatus). No es que el barco sea pequeño, es que el delfín mide 3 metros de largo y pesa casi media tonelada (es el más grande de los delfines del Estrecho).
Delfín común (Delphinus delphis). Fueron los que más se acercaron a la embarcación de Turmares.
En el Monte Cires, a la derecha del Musa, hay una gran inscripción en árabe. Nos dijeron lo que pone, aunque no lo recordamos literalmente, pero viene ser una exaltación a Alá y al estado.
Pasamos la "autopista" de grandes buques y nos acercamos a la costa africana. Allí disfrutamos con uno de los clanes de Calderón común o Ballena Piloto (Globicephala melas). Una especie residente en el Estrecho que recupera su población después de una grave enfermedad que casi acabó con ellos hace unos diez años.
Calderón común o Ballena Piloto (Globicephala melas).
Más cerca. Hembra con su cría.
Cuando estaban más tranquilos aparece un delfín. Nos cuentan que les gusta molestar sobre todo a las crías de calderón.
Diferencia de aletas: arriba calderón, abajo delfín.
Interactuando (osea, molestando).
Aleta dorsal de un delfín con varias mordidas. Estas señales sirven para identificarlos.
Otra aleta con mellas.
Ponemos proa a Tarifa.
Nos vuelven a acompañar delfines.
Pardelas baleares (Puffinus mauretanicus). Según leo en la web de la SEO, es la única ave marina endémica de España. Su población se estima en solo 3.000 parejas, por lo que está incluida como “en peligro de
extinción” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Y el ave más impresionante de la jornada fue este Alcatraz atlántico (Morus bassanus). Ave pelágica, con una envergadura cercana a los dos metros, que cría en el Atlántico norte y ahora está dirigiéndose al sur hacia sus lugares de invernada: el Golfo de Guinea y también el Mediterráneo.
Cuando ya todo parece que ha acabado, poco antes de llegar a Tarifa el agua empieza a "hervir".
En el argot marinero este fenómeno del "hervidero" lo produce un extenso banco de peces acompañado de más peces que los siguen para alimentarse. El grande se come al pequeño!!
Atunes saltan por un lado y otro del banco de peces.
Magnífico espectáculo natural para acabar el paseo por el Estrecho.
Saltan para atrapar peces voladores.
No se trata del afamado atún rojo sino del atún blanco o albacora (Thunnus alalunga). Tiene una longitud de hasta 140 cm y pesos de hasta 60 kg.
Pez volador (Exocoetus volitans) que pudimos fotografiar ya en aguas más tranquilas.
Nos acercamos a tierra. La tarde ha sido fantástica. Hay que decir que no todas las excursiones por el Estrecho son tan exitosas como esta. Hay ocasiones en las que apenas se puede ver algún delfín y a bastante distancia. Nosotros no vimos orcas ni cachalotes (ya se ha pasado su época del año). La cuestión es que en el mar no se puede asegurar nada. Hay muchos condicionantes que pueden darse de forma imprevisible: viento, niebla, oleaje, ...
Por cierto, tenemos una diapositiva -en nuestro archivo histórico- de una orca en el Estrecho. Fue durante una travesía en el ferry Algeciras-Tánger, camino de un viaje por Marruecos. Hemos aprovechado para pasarla a digital y colarla aquí.
El alcatraz parece seguirnos hasta Tarifa.
Los delfines listados nos saludan llegando a puerto. Ha sido una jornada muy completa.
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Gracias a nuestra amiga Chúss Fdez. por promover esta excursión por el Estrecho. ¡¡Alguna vez tenía que ser!! Fuimos un buen grupo de amigos: además de Chúss, Asun, Félix, Rosa, Esperanza, José Carlos, Viki, Toni, Marian y José Manuel.
Impresionante.
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