Lo normal es que nos guste ir al monte con poca gente, disfrutando de los sonidos del bosque, de la quietud de la cumbre, del chapoteo del agua bajo nuestras botas, ... Eso sí, nunca solo, mejor con la familia y/o amigos. Pero hay ocasiones en las que está justificado que un grupo numeroso se una y suba a la montaña para hacer, por ejemplo y como en este caso, la travesía clásica de la Sierra del Aljibe: Picacho-Pilita de la Reina-La Sauceda. Las salidas de iniciación a la montaña (en mi club CMSP llevamos años con estas excursiones "colectivas") son un buen ejemplo de este tipo de paseos por montaña. Siempre habrá gente que prefiera dar sus primeros pasos por la sierra en compañía de montañeros expertos que eviten cualquier contratiempo. Los que de vez en cuando aparecen en prensa con titulares como "...excursionistas perdidos en..." deberían de integrarse en esas salidas organizadas por clubes de montaña o agencias de naturaleza antes de perderse por el monte y complicar las cosas. En esta ocasión hemos acompañado a los alumnos de Gestión Forestal y del Medio Natural y de AyCMN del I.E.S. San Juan de Dios, de Medina Sidonia. Mi amigo Paco Solera es uno de los profesores y me invitó, un año mas, a acompañarles en esta excursión incluida en el programa de enseñanza de estos futuros "gestores de montes".
Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.
Benjamin Franklin (1706-1790)
Como estamos en otoño las setas serán nuestras "acompañantes" a lo largo de todo el sendero.
Y el Picacho, la montaña mas vistosa de Los Alcornocales (a mi parecer), también lo tendremos a la vista durante una gran parte de la travesía.
Un ejemplar de Amanita pantherina levantando la tierra. Seta muy tóxica.
Otra llamativa setita del género Hygrocybe. Gracias a Paco por apuntarnos los nombres.
Subimos a buena marcha por la garganta de Puerto Oscuro y... (sin que se note) le hago una foto al único fósil de concha que conozco en roca arenisca.
Cruzando el bosquete de pinos resineros habremos superado el desnivel mas duro de la jornada.
El grupo se reagrupa en el Puerto de las Calabazas.
Allí se decide hacer la "foto oficial" de la expedición. En pocos segundos estaba colgada en el facebook del Instituto.
Mientras se hacen la foto aprovecho para tomar algunas imágenes de la vegetación en esta zona de herriza. A destacar la buena población de Drosophyllum lusitanicum.
Ramita de Drosophyllum lusitanicum, nuestra famosa planta carnívora.
Tras el descanso en el Puerto de las Calabazas continuamos la marcha por el amplio cordal que une el Picacho (882 m.), en la foto, con el Aljibe (1.091 m.).
En este cordal que poco a poco gana altura se encuentra una buena población de Quercus lusitanica (quejigueta o robledilla).
Cada vez las vistas son mejores y mas amplias.
Hacia el norte, sobre los Montes Propios de Jerez, podemos ver el macizo calizo de la Sierra de Grazalema. La delgada manchita blanca es el pueblo de Benaocaz.
Con el zoom de la cámara parece que el Picacho nunca se queda atrás.
Estos troncos casi pelados de hojas son los caducifolios Quercus Pyrenaica. Un árbol que está presente en todas las zonas de montaña de la península, pero donde menos en Pirineos, a pesar de su nombre.
Fuera del cordal, donde el aire no pega tan fuerte, todavía podemos ver las lobuladas hojas del roble melojo (Quercus pyrenaica).
Amanita rubescens (si no apunté mal).
Paco con algunos de sus alumnos pasando por otro bosquete de robles melojos.
Ramaria flavescens, una llamativa seta con aspecto de coral amarillo.
Tres brotes de roble junto a pequeñas setas.
En la herriza encontramos ejemplares de azafrán silvestre, Crocus serotinus.
Y mientras estamos retratándolas aparece esta simpática mantis: Apteromantis aptera. Endémica de la Península ibérica pero con citas al otro lado del Estrecho.
Apteromantis aptera es una mantis de pequeño tamaño y sin alas, por lo que su capacidad de dispersión es baja, sin embargo se están encontrando cada vez mas poblaciones. Se alimenta de pequeños saltamontes y se encuentra protegida por el Convenio de Berna y la Directiva de Hábitats, siendo considerada por la Legislación española como especie estrictamente protegida desde 1988.
El largo cordal coincide con un cortafuegos y una pared de piedra seca que delimita los términos de Alcalá de los Gazules y Jerez.
Tras el cordal la alargada Sierra de las Cabras y detrás Arcos, la campiña y Sierra de Gibalbín.
Cerca de la cima aparece uno de los árboles mas escasos de nuestra provincia: el acebo (Ilex aquifolium).
Parte del grupo de alumnos entre el brezal y los acebos cargados de bayas rojas, típicas en esta época.
Los mas rápidos ya están por las rocas cercanas a la cumbre.
Desde la cima del Aljibe tenemos vistas espectaculares de casi toda la provincia. Hacia el sur, tras la esfera militar del Montero, puede verse el estrecho de Gibraltar y Africa: el Jebel Musa y una leve línea de cumbres del Rif.
Hacia Málaga (noreste) destacan los tres peñones calizos de Los Alcornocales: Motillas, Fantasía y Berrueco. Al fondo las sierras de Líbar y Cortes.
Hacia el sureste el Peñón de Gibraltar y el Mediterráneo.
Tras disfrutar de la cumbre y un suculento bocata "medinato" (algo goñipón, eso sí) bajamos por la vertiente malagueña del Aljibe. Aquí todo cambia a un denso bosque por donde baja agua por todos lados.
La humedad hace que este viejo quejigo cubra su tronco con esta bella hepática: Lobaria pulmonaria. Su presencia es señal de que estamos en un paraje de alta calidad ambiental.
Las lluvias de días pasados han dejado el suelo tan mullido que se hace mas fácil el descenso (para alivio de nuestras rodillas).
Los helechos "otoñando" bajo los siempre verdes alcornoques.
Otra ramaria, que ya necesita un golpe de flash para la foto.
El arroyo de Pasadallana nos va dirigiendo a La Sauceda, final de trayecto.
Ya cerca de La Sauceda nos paramos ante un cargado árbol de nísperos de invierno (Mespilus germanica). Este árbol, de origen centro asiático, fue traído por los romanos a la península.
Ya en La Sauceda pasamos por esta casita restaurada y cuidada por un perro de aguas.
En fin, una agradable jornada en buena y numerosa compañía, con muchos chavales interesados por el paisaje y preguntando por casi todo (y eso es bueno). Aunque la pregunta mas repetida fue la de... ¿usted, que es amigo de Paco, no sabrá las preguntas del examen?
Preciosa excursión que solemos hacer también con los alumnos de mi instituto... La próxima vez te llamamos para que nos cuentes también cosas...
ResponderEliminarbuenas tardes, como podríamos hacer esta excursión, y algo mas de información sobre la misma, kilómetros altura, etc, muchas gracias y enhora buena
ResponderEliminarmi correo rufofernandez@terra.com
Carmelo, en este enlace tienes toda la información sobre el sendero, distancias, permisos, etc... http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/servtc5/ventana/mostrarFicha.do;jsessionid=22AEE88B9A57448B0DECB4A360E58994?idEquipamiento=19989
EliminarBonita entrada Jose, ya están Los Alcornocales tomando color. 1 apunte Jose, el liquen es Lobaria pulmonaria, no Lobularia. Saludos
ResponderEliminarCierto Jesús, un lapsus, ya mismo lo cambio. Gracias por estar atento.
EliminarPreciosas fotos, yo jamás la olvidaré. Gracias
ResponderEliminarPues muchas gracias. Nos volveremos a ver!!
EliminarGracias por acompañarnos y hacer estas fantásticas fotografías. Un saludo de parte de uno de los alumnos.
ResponderEliminarUn buen día el que echamos por allá arriba. Encantado de acompañaros.
EliminarVistas espectaculares, un disfrute para los sentidos, sobre todo el del oído, con tanto chaval, estoy seguro que habrán disfrutado esta salida, una buena idea sacarlos al monte, es más interesante conocer tu tierra, que el asfalto de tu ciudad.
ResponderEliminarSi Manuel, además hay que tener en cuenta que muchos de estos pretenden vivir del monte y de saber gestionarlo. Y de quererlo.
EliminarPRECIOSO COMO SIEMPRE GRACIAS A PERSONAS COMO VOSOTROS.
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