"Delectando pariterque monendo" Horacio

6 jun 2016

De Jerez a Málaga... en un día.


"Andalucía es una región bastante mas montañosa de lo que habitualmente se cree,..., para los que no andan ni trepan también pueden gustar de estos paisajes recorriendo las carreteras secundarias que contornean las distintas sierras andaluzas, lo que resulta muy agradable. Conviene ir sin prisas, para mirar y ver, detenerse a ratos y saborear el paisaje. Por collados y puertos se descubren los perfiles de las cumbres serranas, los valles a vista de pájaro, pueblos acogedores, monumentos artísticos y naturales que se reparten al azar".

de mi amigo Manuel Gil Monreal. Andar por las sierras andaluzas
 Ed. Penthalon1990



Si. Jerez-Málaga en un día. Es posible. Aunque los navegadores calculen que se puede hacer en, mas o menos, dos horas y media. Son unos 220 kms. ya sea por la autovía de Los Barrios y seguir por la costa como si se opta por el interior y hacer el trayecto por Antequera. Pero puedo decir, y asegurar, que se puede tardar un día en hacer este trayecto. Eso si, no hay que tener prisa en llegar y hay que ir parando y disfrutando en puertos de montaña, miradores, fuentes, vistas panorámicas, ... Y para ello hay que tomar la ruta serrana, la que cruza las Sierras de Grazalema y de Ronda (por Arcos, El Bosque, Grazalema, Ronda, El Burgo, Yunquera, Coin y Valle del Guadalhorce abajo hasta Málaga). Son unos pocos kilómetros mas, eso si... con muchas curvas que hacen el recorrido lento, tranquilo, con tiempo para disfrutar de bellas vistas y con muchas opciones de detener el vehículo y estirar las piernas rodeados de parajes llenos de vida. Fue hace unos días, con la excusa de una visita familiar para la que tenía todo el día para llegar.


 Recomendaciones:
  • No tener prisa por llegar (salir muy temprano y llegar al atardecer).
  • Llevar un bocadillo, fruta y parar en fuentes para beber agua fresca.
  • Detenerse en puertos de montaña (el Boyar, los Alamillos, Montejaque, el Viento, las Abejas).
  • Evitar parar en pueblos (entonces sería necesaria una semana, ese es otro viaje).
  • Parar en miradores (de las Palomas, del Guarda Forestal, de Luis Ceballos, de Jorox).
  • Mejor fecha para disfrutar del paisaje en todo su esplendor: el mes de mayo (aunque también se puede hacer en abril y junio).
 
 Pasando Arcos de la Frontera la campiña se va elevando y el verde, que ya empieza a faltar mas abajo, empieza a ser el color predominante a un  lado y otro de la carretera. En la foto: Carduncellus caeruleus. Carduncellus: diminutivo de Carduus, cardo. Y caeruleus: epíteto latino que significa azul. En esta especie alude al color de las inflorescencias.

 En una espiga de gramínea vemos este curioso insecto: una ninfa de Scutelleridae. Se les conoce como chinche tortuga.

 Llegando a El Bosque, tréboles en flor, como este Trifolium isthmocarpum subsp. isthmocarpum.

 Una asterácea de flores grandes: Scorzonera angustifolia.

 Cerca de Benamahoma paramos para ver como bajan las aguas. Junto al Arroyo del Descansadero crece una enorme higuera de grueso tronco lleno de nudos.

 Mas arriba paramos donde se inicia el sendero del Torreón. Por allí cerca vemos una población de una de las orquídeas mas tardías de la primavera: Himantoglossum hircinum.
 
 Detalle de Himantoglossum hircinum. Se conoce como la orquídea de las cintas por sus largos labelos acabados en banderola.

 Todavía se pueden ver bellos ejemplares de la orquídea Ophrys tenthredinifera.

 Rhaponticum coniferum (antes Leuzea conifera). De nombre común "cuchara de pastor".

 Cerca del Puerto del Boyar dos ejemplares de la orquídea Anacamptis pyramidalis, con la Sierra del Endrinal de fondo.

 Ophrys scolopax. Todas estas orquídeas ya son imposibles ver en la campiña, unos kilómetros mas abajo.
 
 En la Sierra la primavera se alarga por la altitud y las lluvias primaverales. En la foto la Fuente del Pilar de la Curva Blanca, en el Boyar, donde paramos para refrescarnos.

Junto a la humedad que rezuma de la fuente vemos estas orquídeas Anacamptis coriophora.

 Un corto desvío (unos cinco minutos en coche) nos lleva al mirador del Puerto de las Palomas. Merece la pena, es el puerto mas alto de Andalucía Occid. No vemos todavía la Amapola de Grazalema (endemismo) pero si esta bonita Papaver somniferum (amapola adormidera).

 Vistas de las caídas norte del cerro Las Lomas. Los pinsapos crecen sobre las pedreras de caliza. Un incendio a principios del siglo XX (¿1908?) destruyó un bosque de pinsapos en esta ladera de la sierra.

 En una flor de matagallo podemos fotografiar este bonito insecto de verde metálico: Anthaxia hungarica.

 En esta "margarita" a medio abrir intenta disimular quedándose quieta una oruguita de Geometridae.

 Linaria tristis. Una de las florecillas mas bellas de la sierra.

 Y siempre pegada a rocas y tajos esta Chaenorrhinum villosum. Una especie de media montaña.

Echium albicans. Una viborera exclusiva de sierras calizas béticas (Cádiz, Málaga y Granada). Echium (viene del griego) y significa “víbora”,  por la forma triangular de sus semillas, que recuerdan vagamente a la cabeza de una víbora. Y albicans es latino y significa blancuzco, por la pilosidad clara de sus hojas y tallos.

 Bajamos de Las Palomas a un puerto mas modesto. El Puerto de los Alamillos, donde el suelo de la Sierra de Grazalema cambia y aparece la roca arenisca. Por eso aquí el árbol que predomina (y así será hasta casi llegar a Ronda) es el alcornoque (Quercus suber).
 
 La humedad de este denso bosque hace que todavía podamos ver alguna seta (Russula sp.) que aguanta desde las últimas lluvias.

Una orquídea típica de estos bosques que todavía no ha abierto todas sus flores: Epipactis tremolsii.

 En una rosada flor de escabiosa posa para nuestra cámara esta Vanesa cardui, mas bonita con las alas cerradas.

Llegamos al Puerto de Montejaque, ya en la provincia de Málaga. Hacia el oeste podemos contemplar una bonita vista de la Sierra de Grazalema, con el pueblo incluido.

 En la misma cuneta crecen altísimos ejemplares de otra viborera, la viborera gigante: Echium boissieri. Estas alcanzan casi los tres metros.

Detalle de las flores de Echium boissieri.
 
 Desde este puerto, bastante llano y lleno de flores, mirando a levante podemos ver la silueta de la Serranía de Ronda y su máxima cumbre, el pico Torrecilla.
 
 La sorpresa es ver estas flores casi blancas (hipocromáticas) de Antirrhinum majus (conejitos o bocas de dragón).
 
 Pasamos la populosa Ronda por su ronda este y tomamos la carretera de El Burgo. Estrecha pero bien cuidada. Aquí no ha llegado el veneno a las cunetas. Las flores rebosan por el asfalto en esta época del año.

La carretera va subiendo entre praderas llenas de flores (predominan las pequeñas asteráceas de color amarillo) donde destacan encinas solitarias.

El matagallos amarillo es raro en las sierras gaditanas. En Málaga está ahora en plena floración: Phlomis lychnitis.

 Salvia argentea. Salvia procede del latín salvus, que significa salud, aludiendo a las virtudes medicinales de las plantas de este género.


 El Puerto del Viento. Un lugar histórico para montañeros de la región. Allí se hicieron los primeros cursos (años 80 del siglo pasado) de escalada de la serranía aprovechando la buena calidad de la roca. Los pioneros fueron unos viejos amigos: Carlos del Campo y Rafa Gamarro.
 
 Paramos y dimos un buen paseo en torno al puerto. En el rato que estuvimos apenas pasaron coches por allí. Dos auto-caravanas con matrícula alemana fueron la mitad de los que pasaron.
 
 Desde el Puerto del viento hay una buena vista de Ronda con el P.N. Sierra de Grazalema detrás.

En esos paredones del Cerro del Viento (Sierra de los Merinos), también conocido como Cancho de la Pepa se sigue practicando la escalada.

A unos metros de la carretera, camino de Sierra Blanquilla existe un manantial que vierte sus aguas al Arroyo de la Fuente del Soldado. Hemos visto que no está catalogado y hemos mandado sus coordenadas y fotos al Catálogo Andaluz de Fuentes de Andalucía

A pesar de lo soleado del día el viento aquí arriba es fresco. Damos un buen paseo, incluso nos hacemos una foto por el paraje en modo autodisparo.

 Sobre la caliza destacan estas llamativas plantas crasas en plena floración: Sedum acre.

 La carretera baja camino de El Burgo.

 Pasa por el Barranco del Ventorrillo; por aquí cerca vivió el famoso Pasoslargos en su juventud.


 Antes de una pronunciada bajada pasamos, y paramos, en el Mirador del Guarda Forestal. La estatua de un guarda con un niño corona el cerro-mirador.

 Desde aquí tenemos una buena "vista de pájaro" sobre el valle del río Turón. La sierra alta del fondo es Sierra Prieta, que nos oculta la costa malagueña.

 Aquí vemos un cardo de flor amarilla raro para nosotros: Phonus arborescens. En Cádiz solo está citado en el Peñón de Gibraltar.

 Nos cruzamos con una fila de "land-rovers" llenos de guiris que se supone están explorando España.

 El Burgo, un pueblo que conocemos bien como base de algunas excursiones por el Parque Natural Sierra de las Nieves.

 Entre El Burgo y Yunquera hay que superar el Puerto de las Abejas.
 
  Paramos un poco mas adelante, casi a la entrada de Yunquera.


Queremos ver una conocida fuente. Antes, en una población de Andryala, hacemos la foto a un coleóptero que revolotea por las llamativas flores: Mylabris quadripunctata.

 La Fuente del Ventorrillo. El agua mana mas arriba y viene entubada hasta un piloncillo que vierte a una gran alberca. Allí hablamos con una señora, de marcado acento gallego pero que vive en una casa cercana, que está dándole un ojo a un cubo de ropa. Mientras, le lanza palos a su perro para que se tire al agua. "Todos os días bañase aquí, incluso cando neva, xamais falta", nos dice.
 
 El entorno de la fuente está lleno de flores y de vida. Una mariposa Iphiclides podalirius se posa a nuestro lado.
 
 Otro desvío que nos enseñará un paisaje único es la pista (asfaltada a tramos) que sube al mirador de Luis Ceballos. Paramos para fotografiar las viñas que los yunqueranos cuidan con esmero.



 Hemos llegado a ver estas cepas con nieve. Están a mil metros de altitud.

 Junto al camino vamos parando para fotografiar bellezas en flor como esta mata de Linum narbonense.

 También esta linaria que no habíamos visto antes auque la hemos buscado por Zahara de la Sierra: Linaria salzmannii. Una planta con pocas poblaciones conocidas.

 La pista va subiendo hasta llegar a los pinsapares de Yunquera.

 Desde el mirador los pinsapos son todo un espectáculo.

 En unas florecillas podemos hacer la foto de esta pequeña pero bonita mariposa: Sloperia proto. Típica de zonas de montaña.

 Un escarabajo de élitros de color metálico. Mandamos la foto (no muy buena, porque salió volando y no dio tiempo a enfocar bien) a dos expertos en estos coleópteros, el dr. Arved Lompe (R.F.A.) y al entomólogo José L. Ruiz del I.E.C., y ambos nos contestaron que podría ser Chrysanthia reitteri en un 95%. Hay cuatro especies de este género en la Península y esta habita en bosques de coníferas alimentándose de polen de flores. Hemos buscado las escasas citas en Andalucía: Sierras de Cazorla, Segura, Aracena y la mas meridional en Salares (Sierra Tejeda). Por lo tanto esta podría ser la cita mas al sur.
 
 Pinsapos jóvenes con diferencia de color en sus ramas.

 Nos salimos del camino para hacer una foto y un jabalí sale huyendo al vernos. Estaba hurgando en el tocón deshecho de un pinsapo. Allí vemos una oruga de Ergates faber, un manjar para los verracos que no ha podido engullir.

 Flores de Ononis reuteri, una especie de montaña muy ligada a pinsapares. En la península solo presente en sierras de Cádiz y Málaga.

 Soleándose podemos ver esta lagartija cenicienta: Psammodromus hispanicus.

 También quedan orquídeas por aquí arriba: Orchis anthropophora, o orquídea del hombre ahorcado.

 Dos flores de lirio: Iris filifolia.

 Ultimo tramo de "carretera de montaña".
 
 Bajamos al Guadalhorce. Un autobús de línea, con el sugestivo nombre de "Sierra de las Nieves" se adentra en la Serranía.

 Una última parada cerca de Jorox y allí encontramos esta espinosa Centaurea melitensis.

 Zona alta del Barranco de Jorox. Un paraje frecuentado por los adeptos al descenso de cañones.

 Las acequias de Jorox todavía llevan agua a sus numerosos molinos y huertas. Un poco mas abajo pasaremos por Alozaina y Coin, donde la visión de un gran centro comercial nos devolverá a la vida urbanita.

Al atardecer estamos en Málaga, la mayor ciudad de la costa andaluza. Tomar una cerveza Victoria junto al mar es un buen final después de un día pleno de carreteras secundarias y de naturaleza.

No está tan lejos Málaga gracias a las autovías y carreteras de peaje. Pero para nosotros el viaje ha durado todo un día. Y nos ha gustado el resultado de plantearlo así.