"Delectando pariterque monendo" Horacio

11 mar 2016

ISTÁN, el lugar del agua.

Istán es un pequeño pueblo de la provincia de Málaga; queda a pocos kilómetros de la populosa Costa del Sol pero por suerte sigue mirando a sus ríos y sierras. La palabra "istán"  significa para expertos lingüistas "el lugar" y como sufijo aparece en el nombre de muchos países y regiones donde el islam está presente. En el Istán andalusí se refugiaron muchos moriscos cuando fueron expulsados de las ciudades costeras cercanas, sobre todo de Marbella (Marbal-la مربلة). Todavía hoy se puede apreciar su pasado morisco como villa ubicada sobre un estrecho promontorio, con sus  callejuelas estrechas y retorcidas (por suerte hay que dejar el coche en las afueras) y con un blanco deslumbrante de cal en sus paredes. En su entorno, molinos y huertos se abastecen con un sistema de acequias que conducen eficientemente las aguas del río Verde, que baja desde la Sierra de las Nieves, y que se conocen como las "acequias moriscas". Unos amigos nos propusieron pasar allí el "puente de Andalucía" y allí que nos fuimos. De camino hicimos una parada en Sierra Bermeja; había previsión de nevada y fue una delicia disfrutar de un paseo por la nieve, y entre pinsapos, dando vista a la costa mas cálida de Europa.

 Llegamos a Sierra Bermeja antes de media mañana. Nos dicen en el refugio de Los Reales que ha nevado desde la madrugada hasta el amanecer.

Por unos instantes se abren las nubes por debajo de nuestra altura y aparece la costa de Estepona.

Las flores que hasta hace poco "pensaban" que llegaba la primavera ahora aparecen cubiertas por cristales y copos de nieve. En la foto: Glandora prostrata. 


Un paseo hasta el mirador Salvador Guerrero para disfrutar de mejores vistas.

Fantástica la visión, que llega hasta el Peñón de Gibraltar y la Bahía de Algeciras.

Las rocas rojizas (de ahí el nombre de Sierra Bermeja a este macizo) se deben a la peridotita, piedra de origen volcánico rica en hierro y platino. Hay una petición para que se declare esta sierra Parque Nacional.

Vista a levante. Al fondo aparece el pico de la Concha, sobre Marbella. En su ladera interior descansa Istán, nuestro destino.

 Antes de dejar esta sierra damos un bello pero frío paseo por su pinsapar, el mas meridional de la península. Lugar donde se describió la especie para la ciencia por el botánico suizo Pierre Edmond Boissier.



 
 Hacia el norte vemos la Sierra de las Nieves, todavía con muchas nubes pero haciendo honor a su nombre.

 Ya estamos en Istán. El acogedor Hotel Rural Los Jarales será nuestro campo-base de excursiones y paseos por el entorno.

Gozamos de vistas a la sierra y al mar.

Istán tiene casi una fuente en cada calle. Todas están construidas con el mismo estilo: pilar de mampostería y azulejos decorativos. Esta es la Fuente del Chorro, la mas importante y con mas caños (7). A su lado todavía se puede ver el antiguo lavadero.

Que el pueblo está íntimamente ligado a la sierra se nota, por ejemplo, en sus bares, "adornados" con trofeos de caza en paredes y repisas.

Calle Río, en continua bajada. Si se sigue y se sale del pueblo el camino nos llevaría hasta el embalse de la Concepción.

Lo queda en el casco urbano de época medieval son los restos de la Torre de Escalante.

Fuentes idénticas a esta (todas remozadas en 1953) hay varias por las calles del pueblo.

Bueno, alguna se mantiene con su aspecto original, como esta de la calle Picasso, ornada de culantrillos.

Calleja con vistas al valle del río Verde.

Panorámica de Istán, con la Sierra Blanca (la Concha), el embalse de la Concepción y el Mediterráneo al fondo. Desde el Mirador de las Herrizas.

 Embalse de la Concepción, también conocido como Pantano de Río Verde, abastece de agua potable a unos 450.000 habitantes de la Costal del Sol.

 Paseo por el antiguo camino a Marbella. Detrás del cartel Sierra Palmitera (Benahavís), donde sigue la nieve entre las nubes.

 Oprhys fusca.

 Mirador de la peña de la Ermita.

Bajo el mirador, mirando al sur, se encuentra una ermita rupestre dedicada a San Miguel. Hasta aquí llegan en "tomillería" los vecinos de Istán. No hay error en la palabra, en este pueblo se le llama "tomillería" en vez de romería, dicen que por la cantidad de plantas de tomillo que hay en el camino del pueblo hasta aquí.

 Lasiommata megera. 
 
Y mariposa arlequín (Zerynthia rumina).

Y subimos río Verde arriba, queremos conocer un delicioso paraje que no queda muy lejos del pueblo. Apenas por encima de los últimos huertos y molinos. El sendero comienza en este vado del Bornoque.

Saxifraga granulata.

El frescor de algunos rincones del sendero es evidente por los helechos que nos acompañan.

Tambien cruzamos jarales donde el cantueso (Lavandula stoechas) está en su máximo de floración.

Este altramuz silvestre, de flores rosadas, no lo conocía. De hecho no está presente en la provincia de Cádiz, aunque sea típico de suelos ácidos y arenosos. Este ejemplar en flor estaba bajo unos alcornoques. Su nombre Lupinus hispanicus.

Este helecho, muy abundante en el valle de río Verde, es un helecho muy especial. Cosentinia vellea (doradilla vellosa) es un helecho heliófilo y termófilo, osea, que gusta del sol y del calor. Una rareza en el mundo de los helechos y a pesar de esa vellosidad que cubre sus frondes como queriendo prevenirse del frío.

Cruzamos el río Verde por el vado del Balatín. Es literal que, al menos en esta época, estas aguas bajan de la nieve al mar. Hasta mitad del lecho las piedras molestan y se clavan. Ya la otra mitad los pies quedan insensibles y da igual lo que pises. Solo quieres llegar a la otra orilla.

Unos metros mas arriba llegaremos al Charco del Canalón.

El Charco del Canalón es uno de los mas bellos parajes del río Verde.

En verano es una zona habitual de baño de los "panochos", gentilicio de los naturales de Istán (este nombre tiene su historia como luego veremos).

El canalón metálico que cruza por encima de este estrechón da nombre al lugar. Se trata de un canal de hojalata que sirve para desviar el agua de una acequia a otra salvando la altura de los paredones calizos.

Charco del Canalón.

Gagea durieui.

Las acequias moriscas son uno de los principales patrimonios etnológicos de Istán. Su gente las siguen cuidando y usando cuando es menester regar huertos. Una de ellas todavía sirve para llevar el agua a las fuentes del pueblo.

En invierno, como el río Verde baja con agua de sobra, no corre el líquido elemento por algunas de ellas.

Esto las hace accesibles para recorrer el valle con cierta comodidad y dando opción a llegar a sitios donde no llegan los senderos tradicionales.

 En algún rincón de esta acequia vemos especies de climas húmedos y tropicales como este helecho Pteris vittata.

En algún momento la acequia aprovecha alguna grieta para cortar camino. Nosotros tenemos que pasar con temor a quedarnos encajados.

Cuando la acequia se cuela por huecos mas pequeños tenemos la opción de rodearla por fuera. Siempre con cuidado de no acercarnos mucho al tajo. El río Verde queda a decenas de metros abajo.

Colección de helechos de pequeño porte.
 
Estamos justo por encima del Charco del Canalón. La acequia se convierte en un estrecho puente por donde es mejor no pasar.

Entre la vegetación vemos el puente-canalón (parece de hojalata??) que cuelga de un cable, y que antes veíamos desde la orilla del río, unos cuantos metros mas abajo.

Regresamos por esta histórica construcción. Las acequias moriscas de Istán están datadas en época andalusí.





Abajo nos espera de nuevo el río Verde.

En una zona de pinar de repoblación nos topamos con esta curiosa imagen. Un pino "abraza" o rodea  al pino de al lado. En principio nos pareció un capricho de la naturaleza, pero tras publicar la foto en un grupo FB de Flora de Andalucía (como foto curiosa) Antonio Balsera, prof. de Trabajos Forestales (del IES Aljanadic, de Posadas, Córdoba), nos dio la pista de que podría ser una malformación producida por una pequeña polilla: Rhyacionia sp.

Contactamos con el catedrático de la UPM Luis A. Gil Sánchez (biólogo y doctor ingeniero de Montes) para exponerle el caso. Nos comenta que esta malformación puede tener dos orígenes: 
  1. Que el pino perdiera la verticalidad por movimiento del suelo y que una vez inclinado recuperase la verticalidad por la dominancia de una yema lateral buscando la luz.
  2.  Este mismo proceso también lo genera la polilla Rhyacionia buoliana (pine shoot moth = polilla del brote del pino = evetria) cuando ataca a la yema principal, que muere y da lugar al desarrollo y dominancia de una rama lateral.
La cuestión es que este proceso pasó hace muchos años, cuando el pino era jovencito, y ahora es difícil saber cual es la causa con certeza. Un detalle que aprecia Luis A. Gil es que el pino "abrazado" es menos grueso (y por tanto mas joven) que el doblado; por lo que debió crecer justo por el hueco que el pino mayor dejó al malformarse.
La evetria provoca malformaciones que acaban dando a los árboles un aspecto "mágico". Hay varios lugares conocidos en el mundo como DANCING FOREST  (ver enlace).

Esta es la plaza del pueblo de Istán, que se llama así (ver cartel en la fachada de la iglesia) Plaza del Pueblo. Como era el día de Andalucía había verbena para celebrarlo. Teníamos dos opciones: o bailabas o te quedabas helado. La mayoría de vecinos y forasteros estabamos allí. El gentilicio de los de Istán no es "istaníes, istanenses o istaneños" como podría deducirse. Se llaman "panochos" y hay dos versiones sobre su origen. Una dice que la población fue repoblada por familias murcianas tras la expulsión de los moriscos, y como los habitantes de la huerta murciana son panochos... (hay que decir que los murcianos no están muy de acuerdo con esta versión). La otra viene dada por el término "panocha", nombre que en algunos lugares de Andalucía se da a la hogaza de pan de harina de maíz. Y al parecer un párroco de Istán achacaba el mote de "panochos" a sus feligreses por la excesiva afición a ese tipo de pan.